viernes, 11 de septiembre de 2009

Otro día en busca de estímulos

Ayer, mi agenda aún vacía de responsabilidades laborales (y no porque yo quiera), me tenía preparado un día que resultó ser de lo más enriquecedor.

Había quedado con mi madre para comer con la idea de acercarnos al Museo de Arte Contemporáneo de Madrid a ver la muestra "Cinematografía". Queríamos comer en un lugar relativamente cercano al museo y, además, el mono de comida oriental (empiezo a preguntarme si la soja es adictiva) y nuestra gran afición por descubrir lugares nuevos nos llevo a Internet en busca del oriental perfecto. Y así acabamos en "Palillos del Cardenal" (Cardenal Cisneros nº49).

Este restaurante de cocina japonesa-coreana no decepcionó. No creo que esté entre los mejores restaurantes orientales (le daría unas vueltas a su decoración, a la presentación de la carta y a la oferta gastronómica) pero para una comida “trivial” me parece recomendable. El menú del día está muy bien de precio y la calidad de sus ingredientes así como el de su elaboración son notables. Para los adictos al sushi diré que el Futomaki se incluye en el menú y es uno de los mejores que he probado en Madrid.

Desde luego la guinda de la comida era la compañía, es decir, mi madre. Una comida y una sobremesa que duró bastante más de lo que los camareros hubieran deseado y todo debido a la sinergia y complicidad que solo una madre y una hija pueden crear. ¿No es maravilloso hablar, discutir y filosofar sobre cualquier aspecto de la vida y el mundo con una persona que, no sólo te gana en experiencia sino que, además, te conoce incluso más que tú misma? Si quieres que alguien te diga la verdad a la cara o si necesitas consuelo aunque hayas metido la pata hasta el fondo, llama a tu madre.

Pero la alegría de la compañía materna se acentuó una vez dentro del museo. La muestra es una colección de carteles de cine de Suecia y Dinamarca entre los años 1915 y 1942. Todo tipo de géneros cinematográficos unidos por el estilo predominante de la época, el art-deco y el futurismo (prestad gran atención al cartel de Metrópolis, una maravillosa composición que deja claro el pensamiento de la época). Suecia y Dinamarca destacaron en sus diseños de cartelería debido a su mirada innovadora y moderna escapando de convencionalismos y apostando por el cambio.

He de decir que la gran magia de esta exposición es la de recuperar en la memoria grandes películas, grandes actores y grandes acontecimientos y es por ello por lo que mi madre se convirtió en imprescindible en la tarde de ayer. Mi edad queda lejos de la producción de esas obras maestras así que mi madre se transformó en mis ojos y mi guía, expresando su admiración o rechazo a ciertas piezas, matizándome la importancia de directores y actores, rememorando argumentos clásicos del cine…en definitiva, llenando la sala de muestras de esa ilusión y de esa magia que sólo el cine es capaz de provocar en los espectadores.

P.D: Si eres menor de 40 años, no lo dudes, acude acompañado de quien viviera la magia.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Verónica.

Enhorabuena por tu blog, me gustó que para tí es mi voto en los Premios 20 blogs. Un saludo.