domingo, 18 de abril de 2010

D.F.Wallace


"Estoy hablando de dignidad y respeto, no de tratarlas como si fueran muñequitas de porcelana o algo así. Todo el mundo se siente a veces herido, vulnerado y roto.


Tendemos a ser estrechos de miras sobre los miles de cosas distintas que ayudan a la gente a convertirse en quienes son. (...) No nos paramos a considerar que nadie es solamente una víctima y que nada es solamente negativo y solamente injusto.


La existencia y la vida destrozan todo el tiempo a la gente de toda clase de maneras espantosas.


Y pudieras hacerle cualquier cosa a alguien, incluso a ti misma si querías, porque a nadie le importaba y porque nada importaba porque qué eras tú en el fondo si no una cosa donde meter una botella de Jack Daniels.


Es como cuando Frankl descubrió que no es algo automático, que uno tiene que decidir ser un ser humano (....). Todo el mundo cree que eres una rata o una cosa y ahora depende de ti, eres la única persona que puede decidir si eres más..


Saber con toda seguridad que siempre es una decisión, que eres tú el que te construyes a ti mismo a cada segundo a partir de ahora, que el único que piensa que eres una persona todo el tiempo eres tú y que puedes dejar de hacerlo en cualquier instante y que siempre que quieras puedes volver a ser una simple cosa que come, follam caga, intenta dormir.


Tienes que decidir incluso el mero hecho de tener nombre o ser algo más que una maquina programada con reacciones distintas cuando te hacen cosas distintas."


Del relato "E.B nº46 VII-1997", "Entrevistas breves con hombres repulsivos"

jueves, 1 de abril de 2010

Foto: Elmer Batters y Weegee
¡Sabes lo que es
echar de menos un cuerpo?
Esa masa corporal
tan sumamente
bella y sensual
ese cuerpo
ese deseo
enfundado en piel
me llama
me incita
me arrastra a querer
besarte, lamerte
rozarte cada rincón
cada escondite
de tu sabrosa piel
gozarte, observarte, susurrarte
hasta que tu cuerpo y el mio
sean inconfundibles
una sola masa
un solo cuerpo
desaparecer de este mundo
y aparecer dentro de nuestros gemidos
de nuestro sudor
de nuestro aroma, pasión
Y ahora que no te tengo
que estás tan lejos
falta una parte de mí
y no paro de pensar en ello
en tu cuerpo
que es ahora
mi obsesión, pasión.